Tuesday, May 27, 2008

Me acuerdo de un chico que decía que escuchaba radio AM en el auto para no sentirse solo. Una noche salimos de una fiesta y se ofreció a llevarme a mi casa. Apenas subimos al auto, sintonizó una radio AM y subió el volumen al máximo. Estuvimos todo el trayecto en silencio mientras escuchábamos llamados de un grupo de oyentes que contaban sus problemas sentimentales. El sonido salía distorsionado y con mucho ruido. En el momento pensé que la mejor imagen para describir ese sonido era un camino de piedras.

Sunday, May 25, 2008

Me acuerdo de un libro que había en la casa de mi madrina que contaba la historia de una mujer que, tras sobrevivir a un accidente de avión, había estado perdida varios años en la selva amazónica. En la tapa se veía la foto de una mujer joven, rubia, despeinada, sucia y cubierta de harapos que se abría paso a través de la vegetación como si estuviera buscando algo. El libro estaba siempre dando vueltas por la casa y cada vez que lo miraba sentía una especie de angustia.

Friday, May 23, 2008

Me acuerdo de cuando no me dejaban tomar Coca Cola directo de la lata y me hacían servirla en un vaso porque el borde podía estar sucio.
Me acuerdo de cuando me decían que no corriera mientras comía un chupetín porque podía caer al piso y lastimarme. Me parecía un planteo sumamente ridículo.
Me acuerdo de las mielcitas.
Me acuerdo del guitarrista de una banda no muy conocida a la que fui a ver hace unos años. El chico me llamaba la atención porque tenía la cara de un bebé, pero no de cualquier bebé sino que se parecía al hermano de una amiga. Tenía la cabeza redonda, ojos enormes, nariz chiquita y la piel blanca y lisa. En el momento pensé que sus rasgos por separado estaban bien pero que la suma de las partes era horrible: el músico no era objetivamente feo pero, por alguna razón, mirarlo me causaba rechazo. Me lo crucé un año después en una fiesta. Lo reconocí cuando, una vez más, sus rasgos me despertaron el recuerdo del hermano bebé de mi amiga.
Me acuerdo de pasar tardes enteras completando cuadernos de caligrafía en mi casa porque en el colegio decían que era desprolija. Me daba mucha bronca porque yo estaba segura de que mi letra estaba bien y sentía que todo era parte de un error o una injusticia.
Me acuerdo de una tarde en la que nos pasó a buscar en auto el papá de una amiga por el colegio para ir a la casa, pero ella a último momento propuso cambiar el plan y terminamos en los bosques de Palermo recolectando moras. El padre había llevado al perro y lo paseaba sonriente por el parque. Tenía puesta una campera beige —las manos adentro de los bolsillos. Nosotras corríamos de un lado al otro buscando árboles para después arrancar y comer las moras. Me acuerdo de que me sentía muy bien pero no podía evitar pensar que la situación era de lo más rara.

Thursday, May 22, 2008

Me acuerdo de un programa de televisión de la mañana en el que aparecía una actriz famosa como invitada especial hablando de ángeles: decía que el suyo era una mujer, que tenía nombre y que se comunicaban todos los días. No estoy segura de si dijo que su ángel se llamaba Clara o si se negaba a develar el nombre.

Tuesday, May 20, 2008

Me acuerdo del papá de un compañero de la primaria que imitaba al Pato Donald a la perfección. Siempre que venía al colegio para ver un acto escolar, todos lo rodeaban y él se ponía a balbucear frases incomprensibles con una voz áspera igual a la del personaje.
Me acuerdo de una compañera que una vez llevó a su prima de Estados Unidos a la clase de inglés en el colegio. La prima era una chica muy flaquita, rubia y de anteojos, que se llamaba Lynn. Se sentó al fondo de la clase y no habló demasiado. Todos la mirábamos.
Me acuerdo de un día en el que metí los dedos en el enchufe, sin querer, mientras desconectaba el Family Game y me dio una pequeña descarga eléctrica. Estaba con mi abuela y no le dije nada para no asustarla.

Sunday, May 18, 2008

Me acuerdo del olor a cloro de la pileta climatizada del colegio, del agua caliente y los vidrios empañados, de los ecos de todas las voces resonando en el espacio, del paquete de papas fritas cuando salía del agua, de los secadores de pelo de pie en el baño y de la campera inflada y el pasamontañas para volver abrigada a mi casa.

Wednesday, May 14, 2008

Me acuerdo de cuando me daba vergüenza salir a comer durante las primeras citas. Me sentía muy torpe manejando los cubiertos y esperaba a que la otra persona mirara hacia otro lado para llevarme un trozo de comida a la boca. Al final resultaba todo tan lento que terminaba dejando el plato por la mitad.
Me acuerdo de una tarde en la que fui a tomar la merienda a la casa de una compañera del jardín de infantes. En un momento llamó por teléfono una tía desde el exterior y, por algún motivo, me pasaron el tubo a mí para que hablara. Yo lo agarré mal, se me cayó al piso y se rompió. Me sentí terrible. Me acuerdo del momento en el que llegó el padre y mi amiga le dijo que se había roto el teléfono. Estábamos mirando televisión en la cocina. Al principio, el padre la retó un poco a ella, pero cuando se enteró de que había sido yo, para no quedar mal, dijo que no era tan grave.
Me acuerdo de las latas de Nesquik que usaba como lapiceros.
Me acuerdo de haber escuchado una canción que me gustó mucho, hace unos años, en un taxi. Nunca supe cómo se llamaba. Al poco tiempo, me olvidé de la melodía y no tenía forma de preguntarle a nadie si la conocía. Sólo podía recordar algo parecido a la sensación que me había provocado escucharla. Era un tema lento, donde sonaba la voz de una mujer acompañada por una guitarra. Me acuerdo de cómo la canción se idealizó con el tiempo, al ser tan difuso el recuerdo.
Me acuerdo de intentar imaginar cómo era la vida diaria adentro de un iglú y que me resultara imposible hacerme alguna idea en la cabeza.
Me acuerdo, después de las peleas con mis padres, de fantasear con que me moría y ellos se sentían de lo más culpables. Me acuerdo de imaginar mi funeral, y visualizar a todos mis invitados y a mi madre llorando.

Monday, May 12, 2008

Me acuerdo de que la abuela de una amiga una vez nos contó que tuvo que suspender su casamiento tres veces porque el novio siempre se enfermaba antes de la ceremonia. Nos confesó que nunca había estado a solas con su futuro marido porque tenía una familia muy conservadora y siempre que salía con él, iba acompañada por la niñera.