Wednesday, May 14, 2008

Me acuerdo de una tarde en la que fui a tomar la merienda a la casa de una compañera del jardín de infantes. En un momento llamó por teléfono una tía desde el exterior y, por algún motivo, me pasaron el tubo a mí para que hablara. Yo lo agarré mal, se me cayó al piso y se rompió. Me sentí terrible. Me acuerdo del momento en el que llegó el padre y mi amiga le dijo que se había roto el teléfono. Estábamos mirando televisión en la cocina. Al principio, el padre la retó un poco a ella, pero cuando se enteró de que había sido yo, para no quedar mal, dijo que no era tan grave.