Thursday, June 17, 2010

Me acuerdo de cuando fuimos con mi amiga Gaby a Pippo para averiguar si efectivamente se había rodado allí el sketch de Todo por dos pesos que decía "Irma hace gym en Pippo". Teníamos quince años, nos habíamos rateado del colegio. También fuimos a la Bond Street y nos compramos un Zippo para cada una. Yo me compré uno plateado, horrible, con la imagen de unos dados sobre un manto de leopardo. Para estrenar los encendedores fuimos a una confitería en la esquina de Callao y Santa Fe a fumar unos cigarrillos Benson & Hedges.
Me acuerdo de que a mi niñera, una señora grande que podía confundirse con mi abuela, siempre le dolían las "cervicales". Yo no sabía qué era y siempre que mencionaba esta palabra me imaginaba a un hombre del medioevo luchando con una espada.

Monday, February 1, 2010

Me acuerdo de que mi papá siempre me decía que no leyera con poca luz para que no terminara como mi abuelo, que supuestamente tenía problemas de la vista por haber leído historietas en penumbras, alumbrado sólo con la luz de una linterna, durante toda su infancia.
Me acuerdo de la primera vez que probé whisky. Tenía quince años y habíamos ido con una amiga a ver a nuestro profesor de guitarra que tocaba en un bar. Pedimos un "whisky on the rocks". Tomé un sorbo y me pareció horrible. Mi amiga se enojó porque había sido mi idea y no quería tomarse todo ella. Al final lo terminamos entre las dos; me acuerdo de que yo tomaba sorbos muy cortos pero dejaba el líquido bastante tiempo en contacto con los labios para aparentar que tomaba más.
Me acuerdo de cuando mi papá me enseñó a cruzar la calle sola. Me hacía ir unos pasos más adelante mientras él vigilaba todo desde atrás.