Wednesday, April 2, 2008

Me acuerdo de un novio de los quince años al que le iba muy mal en el colegio. Siempre que lo llamaba a la casa y me atendía la madre, ella me pedía que le insitiese para que estudiara e hiciera la tarea. La madre se llamaba Miriam y sólo cruzábamos palabras para hablar de este tema.