Me acuerdo de un verano, cuando tenía trece años, en el que fui a Miami con mi familia. En la playa nos cruzamos con una señora que habíamos conocido en el avión. En un momento mi mamá se fue a buscar algo y yo me quedé a solas con la señora. Ella hizo un comentario desagradable la remera de Minnie Mouse que yo tenía puesta. Dijo que tenía que usar ropa más adecuada para mi edad, ropa "con transparencias". Yo me levanté, me fui a la habitación del hotel y me puse a llorar.

Me acuerdo de que de chica tenía un "pequeño manual de piedad" que había pertenecido a mi papá y que rezaba siempre unas oraciones que prometían "días de indulgencia". Aunque no entendía bien qué era eso, lo hacía por las dudas, creyendo que me iba a salvar del infierno. En un momento me obsesioné con la que más días de indulgencia otorgaba y la rezaba múltiples veces al día.

Me acuerdo de lo que me costaba entender la diferencia entre "invisible" y "transparente".

Me acuerdo de que perdí mi virginidad en el Día de la Virgen, un 8 de diciembre, a los 17 años.

Me acuerdo de cuando con una amiga de la secundaria íbamos todos los miércoles a una peluquería cerca del colegio a hacernos un baño de crema porque había una promoción y nos cobraban sólo diez pesos.

Me acuerdo de la contraseña para usar wi-fi en la casa de un ex novio: davidbowie.

Me acuerdo de que mi papá se cepillaba siempre los dientes con agua caliente y por eso cuando yo me iba a lavar los dientes después que él, aunque abriera el agua fría, seguía saliendo tibia por un rato.

Me acuerdo de la primera vez que se me soltó un globo de helio. Estaba en Plaza Francia con mis tíos y me agarró una angustia terrible al verlo irse por el aire.

Me acuerdo de que de chica dormía siempre con la luz del baño prendida. Me acuerdo también de la noche en la que la apagué porque dejé de tener miedo.

Me acuerdo de una niñera que venía a cuidarme cuando yo era chica. Ella tenía 16 años y nuestro balcón daba justo al patio de su colegio. Me acuerdo de que yo miraba desde atrás de las rejas del balcón para ver si la veía.

Me acuerdo de mi primer cigarrillo. Lo sostuve tan fuerte entre los dedos que se partió en dos.

Me acuerdo de que en la secundaria iba a lo de mi amiga Gaby, que tenía Internet, y nos pasábamos toda la tarde chateando con adolescentes desconocidos. Una pregunta típica que los hombres hacían por chat era: "Del 1 al 10, ¿qué puntuación te darías?".

Me acuerdo del día en el que mi papá compró una computadora, cuando yo tenía trece años. La pusieron en mi cuarto por unas horas y yo me pasé toda la tarde mirando un videoclip de los Backstreet Boys.

Me acuerdo de que a los catorce años me obsesioné con un chico que me gustaba y un día entré a su casilla de mails. Había unos mails en los que le contaba a un amigo que había "probado la gay". Me impactó mucho.

Me acuerdo de un toallón medio erótico que tenía mi tía que de chica me llamaba mucho la atención. Tenía un dibujo de una mujer rubia en bikini de animal print que sostenía una serpiente verde y dorada.